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George Best: All by Himself

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George Best no se apellidaba Futbólez, ni Balompédez, como esos futbolistas de Mortadelo y Filemón que llevaban su oficio grabado en el nombre, y que no solían ser precisamente un dechado de virtudes. Nuestro personaje nació apellidándose Best por esos azares de la patronímica irlandesa, que es como si aquí hubiera descendido de los Cojonudo, o de los Superior. Jorge Magnífico, podríamos decir... 

    Y Best, como en los tebeos de Ibáñez, cumplió sobradamente con su destino. En los años dorados de los Rolling Stones y de los Beatles, George Best -que fue apodado El quinto Beatle por su pelo largo, su aire pop y su vida vamos a llamar "desenfadada"- fue el mejor jugador de Europa defendiendo la camiseta del Manchester United en los éxitos y la de Irlanda del Norte en los fracasos, porque sus compatriotas futbolistas -que estos sí que podrían haberse apellidado Tuercebótez o Fallónez- no daban para más en las clasificaciones de los mundiales.  

    En las imágenes de archivo -que es lo único que conocemos de George Best los futboleros posteriores- Best es un jugador eléctrico, habilidoso, que soporta con estoicismo las patadas brutales de la época. Los que le vieron jugar en directo afirman que él fue el Leo Messi de su época, y que si hubiera jugado en campos mejores, con rivales menos asesinos, y no se hubiera despeñado por los abismos laterales de su carrera, hubiera optado al galardón de mejor jugador de todos los tiempos. Pero Best, que tuvo la fortuna del apellido, tuvo la desgracia del alcoholismo, y si en los tiempos de su plenitud futbolística mantuvo el vicio a raya, y sólo se desgastaba con las innúmeras mujeres que lo pretendían por su belleza, alcanzado el sueño de ganar la Copa de Europa decidió que el fútbol ya le había dado sus mayores alegrías, y que ya era hora de gastar todo su dinero en más mujeres, y alcohol a mansalva, y automóviles que desgarraran la carretera. El resto, como él mismo dijo, simplemente lo malgastó. Como su talento, que se fue por el mismo retrete. 


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