Naked

🌟🌟

Del director británico Mike Leigh guardo un puñado de grandísimas películas que ocupan varios centímetros en el ancho de mis estanterías. Hace unos meses, en este mismo diario, ponderé el tono melancólico de Another year, esa película que no es un retrato de la vida, sino un trozo de la vida misma, con personajes como usted y como yo que no viven grandes tragedias ni grandes pasiones, que se esfuerzan, simplemente, por vivir el paso de las estaciones, con el espíritu alegre, y la tristeza en la retaguardia.

Hoy, para mi desconsuelo, Mike me ha dado harina de otro costal. Uno empezaba a pensar que este tipo era un genio infalible, un director elegido por los dioses para dar siempre con el tono justo y los guiones precisos. Un retratista ejemplar de la clase media británica venida a menos. A veces tan a menos, que ya es directamente lumpen, y objetivo eugenésico de los tipejos que manejan los dineros. Pero me equivoqué. Mike Leigh era, después de todo, un ser humano, un cineasta que hace años aún buscaba el sendero de la excelencia. De aquella época perdida en los bosques surgió esta película demencial, sin cerebro ni columna vertebral, que se titula Naked. El Indefenso de la traducción española es un ácrata que padece un revoltijo neuronal incomprensible. Un pirado disfrazado de espíritu libre que se dedica a vagar por las calles para violar mujeres (sic), filosofar sobre el Apocalipsis o pegarse de hostias con el primero que pasa. Se coja por donde se coja, es una gilipollez de campeonato. Y puede que algo peor...




No hay comentarios:

Publicar un comentario